jueves, 16 de febrero de 2012

CAPÍTULO 21




Conforme vamos tomando altura, la Academia se va alejando más y más hasta convertirse en un pequeño punto grisáceo rodeado de verde. Es una vista increíble; volamos sobre montañas, algunos ríos y más montañas. Todo desde aquí arriba se ve tan tranquilo, tan pequeño. Cierro los ojos y lleno mis pulmones de aire fresco. En estos momentos sólo puedo pensar en lo bien que se siente estar aquí arriba, es como si de alguna manera me alejara de la realidad que está allá abajo, acechándome.

Kyle voltea a verme y señala a lo lejos un área de un  color verde más oscuro que el resto, indicándome que ahí es el Bosque de Sproof. Comenzamos a descender hasta llegar a lo que, desde arriba, era una mancha en el paisaje. Al aterrizar mis oídos siguen un poco aturdidos por el sonido del viento mientras volábamos.

-¿Qué tal? - pregunta Kyle sonriendo. Me toma por la cintura como si fuera una niña pequeña y me pone frente a él.

-Simplemente hermoso. - contesto.

-Como tú.

Me ruborizo y agacho un poco la mirada. Al instante, Kyle toma mi barbilla, me besa detenidamente.

-Me gusta cuando le pasa eso a tus mejillas. – susurra contra mis labios.

Dejamos que Kendra y Grak anden por ahí solos, ya que son lo suficientemente inteligentes y obedientes como para atarlos a un árbol y emprendemos nuestro camino al interior del bosque. La espesura nos comienza a absorber, pinos y arbustos de todo tipo, es lo que más abunda. Las aves cantando, las ramas crujiendo bajo mis botas, el aire fresco…

-Oh, oh. - exclama Kyle y se detiene en seco.

-¿Qué? - pregunto desconcertada.

-No te muevas. - me ordena entre dientes.

Y bien... ya estamos en problemas.

Un grupo de aproximadamente quince seres nos rodea apuntándonos con flechas. Esto definitivamente es malo. Son bastante altos, casi de dos metros y muy esbeltos. Todos tienen la piel pálida y rasgos muy alargados, las orejas puntiagudas y la nariz perfectamente recta, ojos rasgados y con mirada penetrante. Son elfos, es fácil de adivinar. A pesar de estar bajo su amenaza, no puedo evitar pensar que son seres muy hermosos.

-Habéis elegido un mal día para buscar una aventura. - dice uno de ellos con voz firme.

-Hoy estamos de cacería. - dice otro con tono malicioso.

-¿A qué habéis venido? - pregunta el elfo más alto con voz autoritaria. Creo que es el jefe de ellos.

-Simple curiosidad. – percibo un titubeo en la voz de Kyle, a pesar de que tiene una postura que lo hace parecer inquebrantable.

-La curiosidad mató al gato. - responde el elfo.

-Qué tontería. - digo en voz alta. Creo que no debí haber hablado, todos me miran fijamente escudriñando mi rostro.

-¿Habéis dicho algo? - pregunta.

-Lo mismo que escuchaste. - respondo firmemente. Puedo sentir la mirada desaprobatoria de Kyle, rogándome que me calle. - ¿Hay algún problema si estamos aquí?

-No más de los que podéis crearte con esa boca floja.- suelta con tono amenazador. - ¿Estáis con alguien más?

Le lanzo una mirada de desprecio, pero no respondo. Todos levantan al mismo tiempo sus armas esperando que alguien más salga de entre los árboles detrás de nosotros. Kyle tira de su manga y deja a la vista el rastreador que lleva en la muñeca.

Os dejaré estar aquí, solo quiero saber, ¿de dónde habéis venido?

-Somos de Loomstang, pero actualmente estamos viviendo en la Academia. - responde menos nervioso Kyle.

-¿En la Academia? Pero si es pleno verano y los entrenamientos se reanudan hasta el otoño. – dice el elfo a manera de burla, acompañado de un coro de risas y bufidos.

-Sí, lo sé, pero esos son asuntos que no le corresponde a usted saber. - responde Kyle a la defensiva. El elfo se aproxima a Kyle dando un par de zancadas y muy cerca de su rostro dice:

-Me temo que estáis equivocado, los asuntos de la Academia y de la ORP también son de nuestra incumbencia.

Kyle está demasiado tenso, al igual que yo. Intento tomar su mano, pero al tacto, la quita, como si le hubiera quemado. Las risas a coro comienzan a aumentar, estoy a punto de perder el control.



María José García Moncada

No hay comentarios:

Publicar un comentario